Hay personas que dejan huella, la de un ser querido siempre es profunda, mi padre será siempre especial para nosotros y para quienes tuvieron la suerte de conocerle. Era un ser de luz cuya bondad era infinita. Amaba ir a la playa de vacaciones con nosotros y este año quise dejar en una de sus favoritas una ofrenda para él.
Recuerdo que siempre hablaba de La Barrosa, de hecho, fue la última playa a la que fue de vacaciones. Le gustaba mucho veranear en Islantilla, sin embargo, mi intuición me decía, hace tiempo, que ansiaba unos días de descanso en La Barrosa, una playa infinita en la Urbanización Sancti Petri de Chiclana (Cadiz).
Leer más: La playa de mi ángel de la guardaEn ese arenal interminable dibujé un corazón en su honor, fue una especie de homenaje “hasta siempre” para él en un lugar donde sé que fue feliz como sólo él sabía, con su caña y su pincho de sardinas a mediodía, tras volver de la playa.
En ese mar azul e interminable saboreé las últimas vacaciones de este verano, gracias a mi amiga Nieves que me invitó a descansar en el magnífico Gran Meliá Sancti Petri, un antiguo palacio neomudéjar que refleja la herencia árabe en su diseño, con aires de hacienda y patios andaluces y que actualmente es un hotel de cinco estrellas con los mejores servicios y el máximo confort .
Un lugar para desconectar, relajarse y dejarse llevar por los sentidos. Con excelentes propuestas gastronómicas como el Restaurante Alevante, una propuesta del chef Ángel León que cuenta con una estrella Michelin. Nosotras probamos Entrevientos, magnífica cocina con un jardín precioso junto a la piscina donde disfrutamos de una excelente mariscada.
Para comer junto al mar, en la misma playa, está el Club de Playa Duna, donde comíamos, hacíamos sobremesa y contemplamos una noche la luna llena reflejada en el mar y atardeceres de escándalo.
El hotel invitaba a tanto…, que sólo salimos a pasear un par de veces y a cenar a El Cuartel del Mar, un antiguo cuartel de la Guardia Civil donde actualmente hay un restaurante con una terraza magnífica para ver la puesta de sol. En la edificación actual priman los materiales naturales, mínimamente tratados para que se intuya claramente su origen. Sus creadores han utilizado materiales y técnicas constructivas locales y han logrado un ambiente cómodo, informal y auténtico.
Cerca de Sancti Petri se encuentra Roche, otra urbanización de residencias de playa que cuenta con un restaurante de categoría, El Timón, con una originalidad de que el techo es un barco del revés. Allí nos invitó a comer Jose, el jefe de Nieves, a quien tenemos que agradecer un estupendo convite y sobremesa.
Si buscáis una playa para disfrutar de baños en el mar, de paseos interminables y de aguas cálidas, La Barrosa es una buena elección y si os alojáis en el Gran Meliá el confort y la desconexión están asegurados. Spa, gimnasio, atención exquisita y personalizada, habitaciones con todo lo necesario para pasar una estancia maravillosa y detalles como cerveza de bienvenida y dulces de despedida hicieron que nuestras vacaciones fueran lo mejor del verano. ¡Gracias, Nieves!
Kasti García
Cáceres, 29 de noviembre de 2023